Cortesía: Diario la Industria de Trujillo
ARTÍCULOS Y COMENTARIOS SOBRE LOS INICIOS DE LA PRODUCCIÓN PICTÓRICA DEL ARTISTA
SALVADOR ROSADO
El taller de arte y manualidades Hojas de Bijao ha considerado de interés reproducir algunos comentarios periodísticos acerca de los inicios de la obra pictórica del polémico artista plástico SALVADOR ROSADO (Trujillo 1959). Este artista abarca diversas tendencias, siendo el SURREALISMO ABSTRACTO VISIONARIO, según su propia definición, una de las formas principales de expresión, Este estilo artístico ha existido desde tiempos inmemoriales y ha dado origen a otras formas de representación. Se basa en el funcionamiento real del pensamiento, que propone una nueva realidad diferente a la natural. En él, el reflejo del inconsciente, el espejo interior del individuo, se materializa a través del acto consciente.
El Surrealismo Abstracto Visionario sostiene que la creatividad pura solo pertenece únicamente a la naturaleza. Partiendo del hecho de que, mediante una observación atenta, copiamos de ella colores, formas, e incluso signos y símbolos existentes. Este enfoque no hace referencia a algo exterior a la obra en sí misma; todos los medios de expresión son válidos. Se nutre estéticamente de todas las corrientes y estilos artísticos, incorporando arquetipos que exploran nuestro pasado, presente y futuro, todos unidos en una misma línea de temporal cuya duración es de un instante infinito.
1989 Colectiva - Casa del Artista -Trujillo
ENTRE LA REALIDAD Y EL SUEÑO
“Bienaventurados los que no habitan bajo la sombra de ningún templo, aquellos que revuelcan sus miserias y sus sueños en un lienzo” Red Boy
Es sencillo, locuaz y trabajador empedernido. Se encierra en su taller cuando las luces de la ciudad penetran por el amplio ventanal que da a la calle, y se marcha cuando su halo de creatividad la ha abandonado. A pesar de que sus obras se encuentran en diferentes países extranjeros Salvador Rosado parece no querer asumir esa condición de pintor de primera línea.
La magia de sus pinturas y esculturas no siempre logran convencerlo, y cada obra descubre nuevas facetas de su talento. Realizador anónimo, Salvador Rosado dio realce a los incipientes personajes realizados por el autor del mural a César Vallejo. En aquella oportunidad, testigos lo vieron trabajar incansablemente más de lo previsto. íntegro y total, desde la luz de la mañana hasta altas horas de la noche.
“¿Sabes lo que pasa?” -asegura- “Triunfar es la meta de los hombres y todo artista no debe perder nunca la esperanza. Así, aquí estoy, en la mitad del camino, habiendo dispuesto de treinta años, treinta años en gran parte malgastados, los años de la gran guerra por vivir, tratando de aprender a usar los colores y la forma, y cada intento es por completo un nuevo comienzo y una diferente clase de fracaso. Porque uno ha aprendido solamente a obtener lo mejor de los colores para lo que uno no tiene ya que pintar, o para la forma en que uno no está ya dispuesto a pintarlo. Y así, cada aventura es un nuevo comienzo, una invasión en lo inarticulado, con un equipo miserable y siempre en deterioro, en la conclusión general de la imprecisión del sentimiento, los indisciplinados cuadros de la emoción. Entonces todas esas experiencias me obligan a seguir trabajando humildemente como si nada hubiera variado en mi vida”.
Sin embargo, aquellos que lo conocen saben que es uno de los ilustradores más importantes de libros y revistas. Salvador Rosado pasa la prueba del tiempo y hoy observamos un gran interés por el arte de este auténtico artista. Con gran éxito en diferentes exposiciones este versátil talento ha sido el eje principal, causando controversias por los diferentes estilos que emplea, dejando en cada uno de ellos, su huella y sello personal. Pero ciertos neófitos, seudos críticos de arte, apresuran sus comentarios y se disputan la grandiosidad y la supuesta ineficacia de Salvador Rosado. Esto a cabalidad prueba su progreso y su talento.
Expositor en diferentes lugares del país, su humildad a veces hace olvidar que ha sido el segundo en ser seleccionado para exponer sus obras en Italia, en el primer encuentro de pintura joven por los derechos humanos, organizado por el Consejo Europeo Pro Servicio Internacional filial Lima. Se realizó en el mes de mayo 1990.
Para alcanzar el sitial al que ésta llegando Salvador Rosado ya se sabía que su designio era la pintura, y a ella se dedicó de cualquier manera. Y mientras el país declina moralmente por la crisis, este rebelde artista entre incomprensiones y desollando mal augurios, trajina en el difícil sendero de la plástica.
“A cada pintor le es dado vivir dos vidas –nos dice- una es la física y la otra la de su arte, que puede resultar ser la más prolongada que la primera. Y mucha gente no percibe que en el arte está toda la esencia de la vida, no olvidemos pues, que el futuro del arte ésta en ese pasado que recién nosotros estamos empezando a conocer. Por otro lado, por suerte las cosas están saliendo bien, pero ello no es lo importante, lo más significativo es que este avanzando sin pisar a nadie, sin necesidad de crear falsas imágenes, y lograr ser lo que soy, un verdadero forjador del arte”.
Su loca obsesión por el Surrealismo Abstracto Visionario, del cual existe solo apreciaciones aproximadas, puesto que la teoría no está en condiciones de definirlo exactamente; ésta haciendo de él, un ser extraño. Y pincelada tras pincelada entre la música de los más grandes legendarios del rock, los grises, azules, ocres y violetas son los colores que se funden en sus lienzos que expresan su estado de ánimo y su forma de ver las cosas. Una nueva etapa en la vida de Salvador Rosado que encara como si recién comenzara.
1993 Ilustración (dibujo a tinta) -Trujillo
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